lunes, 15 de febrero de 2016

La luna y sus cosas. Una reflexión para maestros.

La luna y sus cosas. Una reflexión para maestros.

Todo un evento fue esperar la luna roja, un evento que tardará unos 63 años por repetirse y que además ese próximo momento ocurrirá a otro lado del hemisferio. Algunos no llegaremos vivos a esos días donde se repita y otros, los más jóvenes, tendrán que viajar para tener acceso a tan interesante evento.

Muchas familias establecimos todo un ritual, conversamos, observamos, vimos en vivo los cambios y fue emocionante, saber que tenemos acceso directo a los cambios y expresiones de la naturaleza.

Al día siguiente, esperaba casi la fiesta de la luna roja en la escuela, al final de cuentas como maestra reconozco que a veces cansa hablar año tras año de los mismos temas: Las unidades temáticas sin discusión y todo lo incluido en el efemérides como variación (cosa que al ganar años de experiencia pierde el toque diferencial), entonces puse a volar mi imaginación y pensé todo lo que haría días antes (en la preparación de esperar este evento natural) y al día siguiente al contrastar la experiencia directa vivida, luego recordé que mi día a día es una oficina y no un aula, entonces empecé a pensar la experiencia que mi hija recibiría al llegar a la escuela.

Mi sorpresa fue muy grande al recogerla y preguntarle sobre el tema, su respuesta: No se mencionó, nadie dijo nada! no podía creerlo y seguí indagando, me comentó que la mayoría de sus amigos lo vieron y hablaron de eso en recreo pero que en clases no se dijo nada porque cuando uno de los compañeros intentó poner el tema, la maestra le pidió que se concentrara y no perdiera tiempo.

Como no me conformo con las cosas que me indignan, seguí preguntando, ahora pregunté a amigos cuyos hijos están en otros cursos de la misma escuela, para mi tristeza tampoco lo mencionaron. Levanté más información, pregunté en otras escuelas, en la mayoría de las que investigué pasó por alto.

Muchos profesores invierten días esperando recibir recursos a los que llaman innovación, se lamentan porque carecen de elementos que en teoría mejorarían su práctica en el aula, sin embargo un evento como este merece total reflexión, es arte, es ciencia, es contacto directo, es física y lo tiene disponible, a mano, a cero costo, no necesitas entrar al site de la Nasa para conocerlo, lo puedes ver, lo puedes describir, puedes calcular el tiempo que duró, puedes evidenciar los cambios de color que produjo en el cielo y puedes soñar.

La tan esperada innovación, en parte está en la habilidad de cada maestro para hacer suyo los recursos de los que dispone a diario y que muchas veces pasa por alto.

Reflexionemos... El compromiso es grande y es ahora.